HTML es un "lenguaje" que permite crear documentos para web. Permite indicar dónde queremos cada elemento (párrafos, negritas, itálicas, imágenes, etc). Sólo se encarga de lo estructural, y aunque es posible definir el estilo de esta estructura directamente en cada uno de los elemento de HTML, esta practica es ampliamente rechazada, pues por practicidad y capacidad de escalabilidad, se recomienda que el diseño, colores y tamaños sean responsabilidad de CSS. Cada elemento que es creado en HTML es representado por una etiqueta, es decir, una palabra encerrada entre corchetes angulares (signos de desigualdad matemática "< >"), y toma la forma en el DOM (Document Object Model, ó documento web) de una "caja", la cuál puede ser moldeada, redondeada, alterada u ocultada, pero es importante contemplar que el espacio que ocupa todo elemento es representado por un objeto cuadrado o rectangular. Cada etiqueta tiene un sentido semántico que se ve representado en una palabra que tiene relación con el objeto a crear. Así, si deseamos crear un botón, existe la etiqueta <button> y si queremos crear un párrafo de texto como el que lees actualmente debes usar la etiqueta <p> (p = paragraph, párrafo en inglés). No obstante, una vez agotadas todas las etiquetas semánticas que tenemos a nuestra disposición, tenemos dos objetos "comodín" que pueden asumir el rol que deseemos, y cuyo límite está directamente delimitado por nuestra imaginación. Estos comodines son la etiqueta <div>, para elementos que busquen abarcar toda el área disponible, y la etiqueta <span>, para elementos que ocupan solo el espacio necesario, permitiendo a otras etiquetas ubicarse al lado del elemento en cuestión. Spoiler Alert: todas las normas son modificables con CSS.